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Mostrando entradas de octubre, 2017

Bajar una estrella del cielo... el arte de lo incontrolable

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"Un niño", me dijo Charlie con una sonrisa muy natural, bien dibujada en el rostro y con toda la seguridad que lo caracteriza cuando sabe con certeza lo que desea, pues hasta la mirada se le iba hacia arriba como si ya pudiera verlo, y hasta tengo la impresión de que apretaba la mano imaginando sostener la suya... aunque hasta ese entonces fuera sólo un deseo. "Si pudiera escoger el sexo de nuestro hijo me encantaría que fuera niño",  "¿Qué te parece el nombre de Oliver?"- remató. ¡PUM! Mis párpados se abrieron involuntariamente más de los habitual y mi sonrisa en ese instante fue más forzada que que natural, el nombre de Oliver estaba bien, y la idea de un pequeñito en nuestro hogar me gustaba, pero definitivamente no me movía las entrañas de felicidad, no sentía ese calorcito en el pecho cuando sabes que algo te mueve los sentidos desde adentro, y no me alborotaba la sangre al recorrer cada vena de mi cuerpo; y es que por primera vez, en una decisión ta

Siete punto uno… cuando la vida te sacude.

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19 de septiembre de 2017... el día que la tierra se estremeció bajo mis pies. Contrario al miedo y la angustia, los sismos siempre me habían provocado una especie de emoción y hasta cierto punto que quizás aún no logro comprender con exactitud, de felicidad y excitación, creo que para mí los temblores significaban un acontecimiento natural del cual yo era testigo y que estaban llenos de misterio, de energía y de vida, como si se tratara de un eclipse, de una aurora boreal, del avistamiento de una estrella fugaz o hasta de un amanecer; y es que en el caso de los sismos me gustaba la idea de sentir el movimiento de la tierra bajo mis pies y de que todo se sacudiera un poco; me recordaban la idea de que hasta el planeta es un ser vivo que respira, se mueve y necesita reacomodarse, y que así como cualquier ser animado que conozco, la tierra también se enoja, se enferma, se enfurece y se muere. Recuerdo muy bien que de más chico no entendía el pánico de mi abuelita (q.e.p.d.) c