Bajo el mismo techo... La historia de la 'mudanza hormiga'
Era el último fin de semana de marzo y abrí los ojos de golpe, como redescubriendo el lugar, "¿pero qué es lo que me pasa?"... ya había estado antes en esta cama y había dormido en esta habitación muchas otras veces, pero esta mañana era distinta, incluso los aromas se percibían diferentes, el color de las paredes era más intenso, el dormitorio parecía más amplio y una nueva sensación como de ansiedad recorría mi piel al tocar estas sábanas ya conocidas... "tranquilo Sergio" - pensé - "bienvenido a casa, relájate, este es tu nuevo hogar" y fue entonces cuando caí en cuenta que era la primera mañana que despertaba ahí luego de haberme mudado definitivamente el día anterior. ¡Vaya manera de despertar!... además de las sábanas había algo más que me cubría, Carlos aún dormía y me envolvía entre sus brazos y piernas, escuchaba su respiración pausada y profunda y sentía cómo el aire entraba y salía de su cuerpo y me acariciaba el cuello provocando un lev